martes, 10 de febrero de 2015

Cuando el entrevistado se equivoca

Portada del diario digital Es
En una entrada anterior (cuyo vínculo está al pie de nota) tratamos la importancia de utilizar adecuadamente el recurso de la cita directa para redactar una nota periodística. Ya sea por su conocimiento del tema tratado, por ocupar un cargo de decisión o por haber presenciado o protagonizado el acontecimiento sobre el que se pretende informar, siempre es bienvenida la declaración de un entrevistado y, por tanto, el recurso expresivo de la cita directa.

Sin embargo, es imprescindible evitar las obviedades y los errores. Un funcionario de alto mando diciendo que la obra que concretó la secretaría que dirige es un hito para la historia nacional no tiene tanto valor como citar a la misma autoridad cuando presenta datos acerca de esa obra que permitan inferir el éxito aludido. Esta decisión de qué parte del discurso ajeno tomar es fundamental para obtener una publicación interesante.

Ahora, ¿qué ocurre si el entrevistado directamente se equivoca en los datos o en la formulación de su discurso?

Ejemplos:
  • Un director que expresa: * "Ojalá puédamos alcanzar un acuerdo".
  • Un futbolista que dice: *"Soy muy autocrítico conmigo mismo".
En el primer caso, podemos evitar la cita directa y corregir el error o, inclusive manteniendo el entrecomillado, sustituir "puédamos" por "podamos". Salvo que el equívoco en la pronunciación del verbo implique algún efecto pretendido por el hablante no tiene sentido mantenerlo, ya que no aporta información y deja en evidencia a quien se manifestó en forma incorrecta. Si por algún motivo es necesario mantener el error y el entrecomillado, entre paréntesis se debe escribir (sic), a fin de evidenciar que no se trata de un fallo en la redacción.

En el segundo ejemplo, directamente se puede suprimir parte de la cita. "Soy muy autocrítico" es suficiente, ya que el prefijo "auto" significa "a sí mismo" y es necesario evitar la redundancia.

Muchas veces, en las salas de redacción se origina la duda. "¿Puedo cambiar las palabras del entrevistado?". La respuesta es que se debe mantener el espíritu de su expresión y el sentido de las palabras, pero las incorrecciones no tienen razón de ser en un texto.

Es tan innecesario reproducir errores como indicar las marcas de oralidad, muletillas o interrupciones involuntarias. ¿A alguien se le ocurriría reproducir en el texto "mmmmmmm", "cof, cof" (valga el intento de onomatopeya para referir a la tos) o "esteeeeeeeeee". Evidentemente que no.

Por tanto, es importante recordar que nuestra publicación resultará de mejor calidad y el entrevistado se sentirá agradecido de que evitemos la ridiculización si no reproducimos sus errores.  

Lecturas recomendadas:
Cómo utilizar correctamente las comillas
Mayúscula para las citas
Uso de corchetes
Uso de dos puntos
Cómo utilizar correctamente el estilo directo y el indirecto
Ejemplo de mal uso de las citas

2 comentarios:

  1. El detalle está en que muchas veces el periodista tiene un léxico tan pobre o su castellano es tan malo que ni cuenta se da de los errores del entrevistado. Eso sí que es grave.

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    1. Para esos periodistas con problemas sería bueno visitar Redactarmejor. Son parte de nuestra motivación. Saludos cordiales.

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